La tierra soñada se perdió
Fotografía de Mariela López, tú el europeo yo la migrante
Por Mariela López
Dos meses.
Dos lentos meses.
Dos lentos dolorosos meses.
La tierra soñada se perdió.
Los policías duraron dos meses, preguntando por nuestras identificaciones a cada momento que íbamos a la tienda, a pasear al perro, a sentir un poco el aire en el pecho.
Mis compañeras latinoamericanas, migrantes, "sin papeles", tienen miedo. Tienen miedo, hoy más que nunca de salir de su casa, para conseguir medicamento o comida. Yo me ofrezco a ayudarlas, a hacer su supermercado, a ir a la farmacia por ellas. Porque mis rasgos mexicanos me delatan, pero tengo el visado correcto para caminar por la calle. Pienso. Pienso con rabia. Pienso con tristeza.
Porque el europeo romantiza el quedarse en casa, mientras veo como mis compañeras se quedaron sin trabajo, mientras veo como las corren de sus casas, porque no pueden pagar la renta en esta cuarentena. Nos ayudamos entre todas, pero definitivamente la tierra soñada se perdió.