El amor en tiempo de coronavirus
Acuarela de Silvia Villanueva Olivo
Por Juan Carlos Ramírez
Siendo un ávido lector y gamer desde la infancia, yo y muchos colegas ya estamos bien familiarizados con que otra gente nos juzgue por no salir de casa tan a menudo.
De alguna manera el no salir me ha vuelto más hogareño. Lo curioso sobre el aislamiento impuesto es que ha sacado a la luz lo peor de mucha gente que parece que ya no sabe cómo vivir dentro de sus casas, se muerden solos.
Para los hombres y mujeres solteros(as) o mal correspondidos(as) el aislamiento y la pandemia no hacen mucha diferencia; estoy en mi casa sano y salvo suspirando mientras recuerdo que la chica de mis sueños se enamoró de alguien más. Seguro ella y su novio se la pasaban de maravilla mientras yo buscaba cualquier cosa para distraerme de esa frustración, pero aprendí a vivir con eso y ya no me afecta, es como una cicatriz que nunca se borra pero ya no te duele cuando la tocas. Es una felicidad incompleta, pero seguro ellos sí son felices y como todos, tienen que lidiar con esta pandemia a su manera.
Termino mi reflexión pidiendo a la gente que no trate a su soledad como una enfermedad, sino que la reciba como parte de su ser, de esta manera pueden surgir mejores deseos y actos de empatía y solidaridad.